Porque entras y te quedas en mi pupila
Y no te vas,
no sabré nombrarte, porque tus ojos no vienen a tocarme.
si yo no oigo los tuyos.
Y asà voy pegándome con las esquina, con las puertas, con las farolas,
Pensando en tu ojos; en tu mundo que parece un libro de poemas,
y acaso dime loca si ya alguien lee poemas.
Yo oigo cantar tus caderas,
Mi cassete se queja porque solo escucho tus labios,
Y voy pegándome golpes por toda la casa siguiendo mis pupilas
Tú te vas por las ventanas como un pajarito, vuelas todo el rato por mi cabeza,
y yo tengo que trabajar y en el ascensor canto pio- pio para que vengas,
En la calle la gente me mira como un loco; sonrÃen, sospechan que algo tiene que ver con la gravedad horizontal.
Canto pio- pio hasta que vuelve tu canto de caderas,
Entras en mis pupilas y nos vamos pio-pio, por campos y ciudades,
Esto es siempre que caigo al suelo debido algún golpe cuando cantamos juntos pio-pio.
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