lunes, 10 de octubre de 2011

Pio, Pio



Porque entras y te quedas en mi pupila

Y no te vas,

no sabré nombrarte, porque tus ojos no vienen a tocarme.

si yo no oigo los tuyos.

Y así voy pegándome con las esquina, con las puertas, con las farolas,

Pensando en tu ojos; en tu mundo que parece un libro de poemas,

y acaso dime loca si ya alguien lee poemas.

Yo oigo cantar tus caderas,

Mi cassete se queja porque solo escucho tus labios,

Y voy pegándome golpes por toda la casa siguiendo mis pupilas

Tú te vas por las ventanas como un pajarito, vuelas todo el rato por mi cabeza,

y yo tengo que trabajar y en el ascensor canto pio- pio para que vengas,

En la calle la gente me mira como un loco; sonríen, sospechan que algo tiene que ver con la gravedad horizontal.

Canto pio- pio hasta que vuelve tu canto de caderas,

Entras en mis pupilas y nos vamos pio-pio, por campos y ciudades,

Esto es siempre que caigo al suelo debido algún golpe cuando cantamos juntos pio-pio.

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