jueves, 26 de agosto de 2010

La guerra no es de hombres.

Un niño anda solo por una vereda
Sus pies se arrastran por el camino,
van dejando como un rastro rojo
que mana de sus pies,
de sus tobillos, de sus rodillas
de sus manos, de sus codos, de su cabeza,
el niño cae de rodillas delante de un soldado,
el soldado no sabe que hacer,
no tiene instrucción sobre la situación
el hombre no sabe como actuar,
el niño levanta los ojos,
tiene un dolor en el derecho,
tiene una tristeza en el izquierdo,
y una orfandad en el corazón.
la oscuridad llena al hombre,
el hombre llora, el soldado recuerda unos gritos,
unas lagrimas, una familia, unos ojos.
el hombre se mira las manos,
el soldado tiene manchada las manos del
rastro rojo de la vereda,
el hombre cae de rodillas junto al niño,
Un soldado a muerto por la mirada de un niño.

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