viernes, 23 de julio de 2010

Solo en entre dos soledades.

Me pasa a veces que la soledad
Del vagabundo me viene a ver
Sin el fin de acompañar,
Que la luna me abandona al amanecer,
Y los amigos no están.
Y esta hierba me recuerda tu ausencia.

Ausencia que presencio en el kaos de nervios
Y silencios, de melancolías cada vez mas viejas.

Me enfrento a mis entrañas,
violo amablemente a mis miedos,
los pongo desnudos ante el espejo,
les sirvo un ron, les pongo a Drexler
y los saco a bailar.

Y es una soledad frecuentada, amable, borracha
e incluso impresentable.

Y es cuando os hecho de más,
El kaos se vuelve agradable,
Y la luna no me hace falta,
Pero cuando pinto la ultima,
cuando termina el baile,
Y los discos vuelven a sus cajas,
Y los miedos se vuelven a vestir,
vuelvo a echar de menos tu ausencia.

Entonces, me tomo las pastillas para no soñar,
Me visto para la guerra de hay fuera,
Y al menos ya no estoy ausente en mi,
Mi ausencia se ha ido,
Y no necesito tanto tus viejas melancolías,
en sus tierras, con una sonrisa,
me acuerdo de los amigos lejanos
Y me da por dibujar besos,
de labios ajenos a soledades
Y el bucle vuelve a empezar,
con los nuevos y noveles gestos
En mi futuras juergas, con miedo, ron y soleares.

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