sábado, 24 de julio de 2010

Dibujo de mis sandalias

A veces estos días me sorprendo dibujándote

tu cabeza sobre mi pecho,

con mí deseo exiliado por mí,

me sorprendo dibujándote.


Me sorprendo porque todavía pienso que quizás no te quiera,

por fin creo que puedo dibujar otras cosas,

de tantas que se pueden dibujar,

dibujar un firmamento,

aunque después ése firmamento

se parece a tu pómulo izquierdo

entonces cierro y abro los ojos,

es verdad e dibujado tu pómulo izquierdo.


Por lo que vuelvo a empezar y dibujo un rió

con una inmensa fuerza que arrastra un palito,

por donde los peces saltan,

como si fueran atletas que saltan vallas,

y me sale precioso,

pero cuando lo termino e dibujado tu fuerza y firmeza arrastrándome..


Otro día dibuje la Alhambra,

desde abajo del paseo de los tristes

y cuando uní los dos últimos trazos,

eras tú tumbada,

desnuda mirando al sol,

como si él te hubiera puesto allí.


Ayer mismo dibujé una luna sobre el mar y al final cuando quite el lápiz

del papel había dibujado tu ojo derecho, que alumbraba mi alma.


luego pensé en dibujar a mis viejas y sucias sandalias

y me sorprendí más todavía,

por que ya no eras tu,

me dibujé,

me hice un autorretrato,

aunque en realidad eran mis viejas y sucias sandalias.



No hay comentarios:

Publicar un comentario