miércoles, 21 de noviembre de 2012


Me confieso Libertario.

Hoy más que nunca necesitamos reafirmarnos en nuestras convicciones, por que es la llave que nos abrirá las puertas del yo, la seguridad de que vivimos según pensamos para no acabar pensando como vivimos.

Es peligrosa la trampa del Estado que nos impulsa a echarnos a sus brazos, a la trampa del estado del bienestar, él, que lleva desde las revoluciones modernas (tanto de izquierdas como de derechas), desechando al individuo de si mismo, es decir, la gran idea de los dominantes era hacernos creer, que ellos, detrás de eso que llaman estado, se ocuparían de nosotros, las grandes entes de la política y de la economía iban a procurarnos todo lo que el pueblo iba a necesitar, como un papa omnipotente capaz de todo, consiguiendo que nos olvidáramos de nosotros, nuestra única función en la vida iba a ser adoctrinarnos, ejercer la función para la que nos habían preparado, perpetuar la especie, y disfrutar de los grandes avances tecnológicos, es decir morirnos en vida, haciendo así que olvidáramos a fuerza de ocultarnos la verdadera historia (referente para la evolución de todas la sociedades) haciéndonos confiar en su poder caritativo. Y delegamos todas nuestras responsabilidades y derechos en las instituciones; ahora de repente, descubrimos que llevamos cerca de dos siglos estancados, los sujetos ya no somos tales, por que no somos autosuficientes, no sabemos dialogar para llegar a soluciones en todos los ámbitos de nuestras vidas.

Nos acostumbramos a las jerarquías impuestas, nos olvidamos de como organizar nuestras vidas, al delegar en las instituciones nos convertimos en inválidos. En la sociedad moderna el sujeto no tiene ningún valor, no vale nada, solo para producir crecimiento y ahora que el crecimiento se a vuelto insostenible nos desechan, nos excluyen, nos expulsan sistemáticamente del derecho de vivir, y como no tenemos libertad, por que nosotros mismo la sustituimos por la comodidad, ni inteligencia (capacidad para entender, analizar, comprender y solucionar problemas) vemos suicidios, depresiones, hambre y un índice de pobreza infantil que nunca imaginamos que nos iba a tocar a nosotros.
La comida es veneno y el aire cancerígeno, los ríos contaminados, las potabilizadoras de agua llenas de cloro que nos va destruyendo por dentro, todo es negocio y destrucción, y ante esto no tenemos capacidad de reacción por que somos los principales contaminados.
La espiritualidad se confunde con religión, y se convierte en burla, el amor solo cosa de hippies y fanáticos religiosos, y bohemios desfasados, el sexo cada vez se reduce a un instinto animal quitándole toda la belleza, ¡Ay belleza! ¿qué es la belleza hoy? un 90-60-90 o un tal imbécil Rafa Mora, acaso las ciudades son bellas, acaso el cemento es bello, acaso el humo de las fábricas nos inspira paz, acaso las masa con las cara rotas en metros, en las calles grises sin gesto nos indica que estamos vivos, y que me dicen de los hospitales prisiones para enfermos, y el negocio de la sanidad dedicándose a enfermarnos para tener clientes, prohibiendo la raíz de la sanación; como el saber de las medicinas tradicionales y la del conocer nuestro cuerpo y los alimentos para así prevenir la enfermedad, bueno y de la educación necesitaria tres biblias para denunciar la atrocidad de la escuela.
¿No es vergonzante para todos a ver llegado en pleno S.XXI a este punto de locura masiva?
No claro, pero no es nuestra culpa, yo solo delegue y me engañaron, yo no soy culpable, pues siento decirte que si, que todos somos culpables, pero no quiero que te sientas mal o angustiado, vivimos en el infantilismo, maduremos como seres pensantes, quitémonos el yugo del estado y sus paradigmas, tiremos por la borda el Estado en todos sus ámbitos, aprendamos a vivir y a convivir de nuevo, consumamos pero con razonamiento, consumamos para ayudarnos, para que las multinacionales no tengan cabida por que no son lógicas, reinventémonos, hagamos un mundo donde todos seamos libres y volvamos a amar la libertad y huyamos de la comodidad, porque lo más cómodo es estar muertos, donde todos nos sintamos amados y protegidos por gente a la que conocemos y no por un estado que ni nos conoce ni nos siente, ayudémonos a encontrar el camino en mitad de esta jungla de cemento, por que vivimos en el Kaos, vivimos en el desorden... pero nosotros tenemos la fuerza de cambiarlo, porque nuestro poder al encontrarnos en mitad de esta oscuridad ahumana nos hará invencibles, no somos, si no nos sentimos, nos negamos si no asumimos nuestras responsabilidad en el mundo y nuestra misión como personas, cuidarnos y cuidar a las personas y nuestro entorno por que si lo que nos rodea no esta bien, nosotros jamás estaremos bien. Abramos los ojos y las mentes, vivamos la experiencia de existir apasionadamente y sentirla por todos los poros de nuestro ser, Necesitamos volver a nacer, necesitamos el volver de una revolución poética e integral,

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