Me confieso Libertario.
Hoy más que nunca necesitamos
reafirmarnos en nuestras convicciones, por que es la llave que nos
abrirá las puertas del yo, la seguridad de que vivimos según
pensamos para no acabar pensando como vivimos.
Es peligrosa la trampa del Estado que
nos impulsa a echarnos a sus brazos, a la trampa del estado del
bienestar, él, que lleva desde las revoluciones modernas (tanto de
izquierdas como de derechas), desechando al individuo de si mismo, es
decir, la gran idea de los dominantes era hacernos creer, que ellos,
detrás de eso que llaman estado, se ocuparían de nosotros, las
grandes entes de la política y de la economía iban a procurarnos
todo lo que el pueblo iba a necesitar, como un papa omnipotente capaz
de todo, consiguiendo que nos olvidáramos de nosotros, nuestra única
función en la vida iba a ser adoctrinarnos, ejercer la función para
la que nos habían preparado, perpetuar la especie, y disfrutar de
los grandes avances tecnológicos, es decir morirnos en vida,
haciendo así que olvidáramos a fuerza de ocultarnos la verdadera
historia (referente para la evolución de todas la sociedades)
haciéndonos confiar en su poder caritativo. Y delegamos todas
nuestras responsabilidades y derechos en las instituciones; ahora de
repente, descubrimos que llevamos cerca de dos siglos estancados, los
sujetos ya no somos tales, por que no somos autosuficientes, no
sabemos dialogar para llegar a soluciones en todos los ámbitos de
nuestras vidas.
Nos acostumbramos a las jerarquías
impuestas, nos olvidamos de como organizar nuestras vidas, al
delegar en las instituciones nos convertimos en inválidos. En la
sociedad moderna el sujeto no tiene ningún valor, no vale nada, solo
para producir crecimiento y ahora que el crecimiento se a vuelto
insostenible nos desechan, nos excluyen, nos expulsan
sistemáticamente del derecho de vivir, y como no tenemos libertad,
por que nosotros mismo la sustituimos por la comodidad, ni
inteligencia (capacidad para entender, analizar, comprender y
solucionar problemas)
vemos suicidios, depresiones, hambre y un índice de
pobreza infantil que nunca imaginamos que nos iba a tocar a nosotros.
La comida es veneno y el aire
cancerígeno, los ríos contaminados, las potabilizadoras de agua
llenas de cloro que nos va destruyendo por dentro, todo es negocio y
destrucción, y ante esto no tenemos capacidad de reacción por que
somos los principales contaminados.
La espiritualidad se confunde con
religión, y se convierte en burla, el amor solo cosa de hippies y
fanáticos religiosos, y bohemios desfasados, el sexo cada vez se
reduce a un instinto animal quitándole toda la belleza, ¡Ay
belleza! ¿qué es la belleza hoy? un 90-60-90 o un tal imbécil Rafa
Mora, acaso las ciudades son bellas, acaso el cemento es bello, acaso
el humo de las fábricas nos inspira paz, acaso las masa con las cara
rotas en metros, en las calles grises sin gesto nos indica que
estamos vivos, y que me dicen de los hospitales prisiones para
enfermos, y el negocio de la sanidad dedicándose a enfermarnos para
tener clientes, prohibiendo la raíz de la sanación; como el saber
de las medicinas tradicionales y la del conocer nuestro cuerpo y los
alimentos para así prevenir la enfermedad, bueno y de la educación
necesitaria tres biblias para denunciar la atrocidad de la escuela.
¿No es vergonzante para todos a ver
llegado en pleno S.XXI a este punto de locura masiva?
No claro, pero no es nuestra culpa, yo
solo delegue y me engañaron, yo no soy culpable, pues siento decirte
que si, que todos somos culpables, pero no quiero que te sientas mal
o angustiado, vivimos en el infantilismo, maduremos como seres
pensantes, quitémonos el yugo del estado y sus paradigmas, tiremos
por la borda el Estado en todos sus ámbitos, aprendamos a vivir y a
convivir de nuevo, consumamos pero con razonamiento, consumamos para
ayudarnos, para que las multinacionales no tengan cabida por que no
son lógicas, reinventémonos, hagamos un mundo donde todos seamos
libres y volvamos a amar la libertad y huyamos de la comodidad,
porque lo más cómodo es estar muertos, donde todos nos sintamos
amados y protegidos por gente a la que conocemos y no por un estado
que ni nos conoce ni nos siente, ayudémonos a encontrar el camino en
mitad de esta jungla de cemento, por que vivimos en el Kaos, vivimos
en el desorden... pero nosotros tenemos la fuerza de cambiarlo,
porque nuestro poder al encontrarnos en mitad de esta oscuridad
ahumana nos hará invencibles, no somos, si no nos sentimos, nos
negamos si no asumimos nuestras responsabilidad en el mundo y nuestra
misión como personas, cuidarnos y cuidar a las personas y nuestro
entorno por que si lo que nos rodea no esta bien, nosotros jamás
estaremos bien. Abramos los ojos y las mentes, vivamos la experiencia
de existir apasionadamente y sentirla por todos los poros de nuestro
ser, Necesitamos volver a nacer, necesitamos el volver de una
revolución poética e integral,
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