¿Y ahora que?
Se pregunta mi alma cuando la poesía se va por donde vino y dejo de escribir.
Pues ahora a dormir. Le responde el Cansancio.
El amor: ¿A dormir?, yo quiero llamarla.
La vergüenza, ¡¡llamar!!¡¡ no¡¡ es muy tarde, ¿estará dormida?
La pasión, y qué más da, vamos directamente llamamos a la puerta y….
Corriendo saltó el Miedo, con un NO, como asustado:
¡No!, estáis locos, y si se enfada o nos toma como locos y si no nos vuelve a dar ni una mirada ni una esperanza.
Gritó el loco, y qué más da que nos tome como locos de que sirve tener una esperanza si alguna vez tendremos que arriesgarnos a perderla para saber que nos quiere.
Todos los demás no querían esperar más. El cansancio se quejaba de sueño, el amor que él no podía aguantar mas a la soledad y así empezaron todos a gritar.
Entonces el Instinto, el más viejo y sabio se levantó y todos se callaron.
Queridos amigos, después de esta conversación y este divertido y efusivo debate, creo que solo la curiosidad descubre cosas, si sentimos esa necesidad, y el miedo no quiere, la vergüenza se pone nerviosa, si solo es eso, lo que nos lo impide, es que solo nos queda un camino y es el que separa esta habitación de su puerta.
La intuición siempre la más acertada (la más sabia como bien has dicho). Intuición animal!
ResponderEliminarEs inevitable torcer hacia otro lado cuando la curiosidad te llama..Un abrazo loko!